No parecía muy alto, aunque estaba sentado. Tenía en el pelo un largo flequillo que le cubría la parte derecha de su cara y se le notaba una pequeña raya negra debajo de sus ojos.
Como era un buffet, espere a que se levantase para poder acercarme sin que se notase demasiado.
Cuando por fin se levantó, fue al lugar donde se encontraba toda la fruta, me acerque y tire disimuladamente una naranja. Y nos agachamos los dos a recogerla.
-Lo siento, se me ha caído – Dije
-No pasa nada
-¿Estas hospedado aquí? – Pregunte intrigado
-Bueno… me quedo esta semana, este hotel es de mis padres.
-Ammm… yo también estaré esta semana aquí, ya nos veremos
-Claro, me llamo Frank – Dijo mientras se acercaba a darme dos besos
-Yo soy Gerard, encantado
-Bueno, ya nos veremos, vamos a desayunar
Se giro y se dirigió a su mesa, con una manzana en su plato. Yo fui a coger un par de bollos y fui hacia mi mesa.
-Te hemos pedido un café
-Estupendo – Respondí alegremente
Cuando Bob, me trajo el café, empecé a comer los bollos que había cogido, sin saborearlos. Y cuando me quise dar cuenta en el plato no quedaba nada.
Estaba embobado con ese chico y no sabia que hacer.
Cuando terminamos de desayunar, salimos del hotel y nos dirigimos a comprar.
Fuimos a las tiendas más cercanas al hotel, nos compramos camisetas de diferentes colores, pantalones y unos pares de zapatillas.
Estaba ya cansado de probarme cosas todo el tiempo, y además tenia ganas de que fuese la hora de comer. Y no es que tuviese hambre ni mucho menos, pero tenia unas ganas tremendas de volver a ver a Frank.
Mikey, siempre me había dicho que quien me gustase, que fuese a por esa persona a saco. Por lo que era bastante lanzado en estas cosas. Aunque el no hiciese lo mismo. Yo decidí lanzarme también a Frank.
Cuando llegamos al hotel, subimos por el ascensor y nos dirigimos hasta nuestra habitación para dejar las bolsas.
Bajamos hasta el restaurante. Tenia muchas ganas de verle, pero mire hacia un lado, hacia el otro, pero no estaba por ninguna parte.
No poder verle, se me quitaron las ganas de comer. No me levante a coger nada. Me dedique a mirar como Mikey y Ray comían.
Como yo era el que llevaba la llave, cuando terminaron de comer me la pidieron y se dirigieron hacia la habitación. Yo, me quede unos minutos allí junto a Bob.
-Hola Bob
-Hola… ¿Gerard?
-Si – Dije con una pequeña sonrisa
-¿Qué tal?
-Bastante bien, te venia a preguntar una cosa
-Dime… - Respondió
-Me gustaría saber, si es posible, la habitación de un chico llamado Frank
- ¿Frank Iero? ¿Mi jefe?
-¿Jefe? Bueno, si…
-Pues la verdad, no te lo podría decir, pero me caes bastante bien… es la 340
-Muchas gracias
-De nada… ¿Para que lo quieres saber?
-Vamos a hacer una fiesta mañana en mi habitación para invitarle, tu también puedes venir – Dije sonriendo
-Gracias, haber si puedo
-Vale y gracias otra vez
Subí hacia mi habitación, llame a la puerta y nadie me abrió. Me senté en el suelo, y decidí esperar.
De repente, note como la puerta se abría poco a poco. Mire hacia arriba y me asuste al ver a Ray, en calzoncillos con todo su gran pelo alborotado que apenas le dejaba ver nada.
-Gerard, ¿Pasas? – Dijo en un pequeño hilo de voz
-Si…
Me levante mientras me reía en bajo, pero Ray me escucho y se rió también...
Entré, fui directo a meterme en la bañera mientras ellos descansaban.
Me quite la ropa y abrí el grifo, dejando caer el agua sobre la bañera. Eche un poco de jabón, cuando ya hubo bastante agua y demasiada espuma, apague el grifo y me metí lentamente. Me tumbe en la bañera y me dedique a pensar en Frank, me había enamorado de ese chico con solo verle, ese chiquitín, me atraía demasiado, y deseaba verle.
Salí de la bañera, llevaba más de 2 horas dentro y los dos señoriítos de fuera reclamaban bañarse.
Me puse una toalla rodeándome la cintura y salí del baño
-Ya era hora – Grito Mikey
-Creo que me he quedado dormido en la bañera
-Joder Gerard – Dijo Ray
Cogi unos pantalones y una camiseta y me los puse, eran mas de las 20:00 y todavía Ray quedaba por salir del baño. Mikey y yo nos dirigimos hacia el restaurante y fuimos hacia la mesa de siempre.
-Voy a coger algo de comer, tengo hambre
-Normal, no comiste nada a la hora de comer – Respondió Mikey bastante preocupado
Me levante y fui a por unos espaguetis. Los cogi y fui a la mesa donde estabba Mikey.
-Mikey, ¿Puedo empezar?
-Si, tú come, yo esperare a Ray
Cuando ya había terminado de comer apareció Ray por la puerta, se dirigió hacia nosotros y se sentó
-Bueno chicos, que os aproveche que yo me voy – Dije mientras me alejaba
-Gracias
Salí del restaurante, y decidí ir a la habitación de Frank, porque a la hora de cenar tampoco le vi.
Cogi el ascensor y fui hasta la tercera planta. Cuando llegue, empecé a mirar puerta por puerta, hasta que mire hacia una apartada, la que más pasaba desapercibida y esa era, habitación 340.
No estaba muy seguro de llamar, y estuve un buen rato decidiéndome. Pero mi corazón, estaba deseando ver esos ojos verdes, así que llame.
Tardó bastante en abrir, pero hay estaba él. Con su pantalón de pijama, y sin nada que le tapase ni sus pies ni su bonito cuerpo,
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