(Narra Gerard)
Nos bajamos del coche, y sacamos todas las cosas del maletero. Las cogimos y nos dirigimos hasta la puerta de entrada.
Era una casa enorme y blanca; era preciosa. Su madre, nos estaba esperando en la puerta con una grata sonrisa.
-¡Chicos! – Nos grito, mientras se acercaba a darnos un abrazo
-Hola, señora – Le respondí
-¿Qué tal el viaje?
-Muy bien mama – Respondió Frank
-Y… ¿Bob?
-No se… estará en el garaje. Mama, ven un momento – Dijo Frank mientras la cogía del brazo y se apartaban de mí
Mientras tanto, me dedique a mirar el bonito jardín tan grande que tenían. Hasta que la madre de Frank, entro dentro de la casa y él se acerco junto a mí.
-¿Qué pasa? – Le pregunté intrigado
-Nada, Gerard – Me respondió bastante enfadado
-emmmm… ¿Cuánto tiempo me lo vas a seguir ocultando?
-Gerard, que no pasa nada – Dijo un poco cabreado
-Como tú digas Frank
Cogi mi maleta, y me dispuse a entrar dentro de la casa. Cuando me disponía a abrir la puerta, me choque con un señor. Un señor, con traje, me imponía bastante, subí la cabeza y le miré fijamente a los ojos.
-Buenas tardes señor – Le dije
-Hola, ¿Quién eres? – Me dijo intrigado
Frank, se acerco corriendo con su maleta hasta la puerta
-Soy… soy…
-Es un amigo mío – Respondió Frank
-Pues encantado de conocerte…… – Me dijo extendiéndome la mano
- Gerard, me llamo Gerard
-Encantado Gerard – Me dijo con una sonrisa forzada
Bajo las escaleras y se dirigió hacia el jardín.
¿Por qué Frank le había dicho a su padre que era su amigo? No se, que le pasaba a Frank y a su padre. Pero que le dijese que era su amigo me jodió y mucho.
Frank y yo entramos de la casa, él, empezó a subir con su maleta por unas grandes escaleras y yo le seguí. Al llegar a la segunda planta, se paro delante de una puerta blanca, con una señal de prohibido en la puerta.
-¿Es tu habitación? – Le pregunte señalando a la puerta
-Si – Me dijo cortante
Entro dentro y yo le seguí. Era una habitación muy grande, comparada con la mía. Tenía guitarras por todos lados, posters por las paredes y una cama enorme en el medio.
-Me gusta tu habitación
-Gracias, Gerard
-Fraaank, ¿Qué te pasa? Desde que hemos llegado aquí, estas muy raro.
-Bueno, haber… te lo diré, porque sino me vas a estar preguntando todo el rato
Se dirigió hasta su cama, se sentó y yo junto a él. Me miro a los ojos y yo a los suyos.
-A mi padre, no le gusta que tenga novio, en su época, eso estaba mal visto y no ha cambiado o no se porque, pero no quiere. Por eso, no quiero decírselo
-Joder… pero una pregunta…
-Dime…
-No me dijiste que tus padres están separados, ¿Por qué viven juntos?
-No se, yo tampoco lo entiendo. Pero que ese hombre, que para mi no es nada, se vaya de aquí y me deje con mi madre.
Me acerque y le di un pequeño abrazo
-Gerard, ¿quieres que bajemos al jardín y te enseño mis 3 perros?
-Como quieras
Bajamos las escaleras y nos encontramos en la puerta a Bob.
-Hola – Nos dijo
-Hola Bob, ¿Qué tal? – Pregunto Frank
-Muy bien ¿Dónde vais?
-Le voy a enseñar a mis tres preciosidades
-Tampoco es para tanto – Respondió riéndose
Frank le miro un poco desafiante.
-Lo que tu digas Bob, nos vamos, luego nos vemos
-Adiós, en 30 minutos volved, que ya estara la cena
-Vale, adios Bob – Le respondi
Nos dirigimos al jardín. Fuimos a la parte de atrás de la casa, donde se encontraban los tres perros correteando por allí. Me fue enseñando las distintas casetas de sus diferentes perros. Frank, empezó a jugar unos instantes con ellos. Me alegraba, que estuviese tan feliz al lado de estos animales.
-¿Te gustan? – Me pregunto sonriendo
-Son muy bonitos
-Ya lo se – Me respondió
-Gerard, ¿Qué te apetece hacer ahora?
-Lo que tú quieras chiquitín
-No se…
-Me gustaría besarte – Le respondí picadamente
-Gerard, a mi también
Frank, miró hacia un lado, hacia el otro.
-Ahora – Me gritó bastante nervioso
Le cogi por la cintura y le empecé a besar apasionadamente
-¡¿Qué coño hacéis?! – Dijo una voz a lo lejos
No hay comentarios:
Publicar un comentario