jueves, 28 de julio de 2011

(Cap 10) Mama


De repente, hoy como dejaba de caer agua sobre la ducha y él dejaba de cantar.

-Frank, ¿Me puedes traer una toalla? – Grito desde el baño

Decidí, no responder, para que saliese él mismo a buscarla y poder ver su maravilloso cuerpo desnudo y completamente mojado

-¿Frank? ¿Estas ahí?

Decidí, seguir sin contestar, hasta que escuche como la puerta se abría poco a poco, miro hacia la cama y me vio ahí tumbado

-¡Eres un cabron! – Dijo mientras corría hacia mí

Se tumbo encima mía y empezó a mojarme toda la ropa limpia que me acababa de poner, me empezó a besar con lujuria y a la vez “cabreo”.

Notaba como su miembro rozaba todo mi pantalón, y eso me gustaba demasiado.

-Gerard, vístete – Le ordene

-¿Ya? Mama, no quiere vestirme, déjame un poquito más…

-¿Gerard? – Le dije imponiéndole para que se vistiese

-Vale, mama... – Dijo poniendo pucheros

-¡vístete! – Le ordene

Se levanto de la cama y se dirigió al armario a buscar algo de ropa, se vistió y decidimos bajar a comer.

Bajamos por las escaleras y Bob, ya había hecho la comida y estaba todo preparado en el comedor.

-Bob, estamos de vacaciones, descansa y no cocines – Le dije

-Me gusta cocinar – Dijo sonriendo

Nos sentamos y empezamos a comer mientras charlábamos

-Chicos, ya martes, joder... solo tres días – Dijo Bob

-Ya ves… - Respondí

De repente sonó el timbre de la puerta y fui corriendo a abrir, mientras Gerard y Bob terminaban de comer. Abrí la puerta y allí estaba, mi madre.

-Hola hijo mió – Me dijo mientras me daba un fuerte abrazo

-Hola… Que... ¿Qué haces aquí?

-Tenía muchas ganas de verte y no podía esperar más

Me empujo, y entró hasta el salón, mientras yo cerraba la puerta y la seguí

-Mama, este es Gerard – Exclame

Gerard, se levanto muy educadamente y le dio dos besos a mi madre

-Encantado, señora

-Hola Bob, ¿Me los estarás cuidando bien? ¿No?

-Por supuesto señora Iero – Respondió Bob

- Chicos, ¿Me puedo quedar, estos tres días aquí con vosotros?

-Por supuesto – Respondieron Gerard y Bob

Yo miraba hacia un lado y hacia el otro, estaba alucinando, lo bien que se llevaba mi madre con Gerard. Mientras que Bob y Gerard, quitaban la mesa, cogi a mi madre del brazo y le aparte hacia un lado para hablar con ella a solas.

-Él, ¿vendrá?

-No se, supongo que no. Está demasiado centrado en sus negocios.

- Gracias mama – Le dije mientras le daba un beso en la mejilla

Cuando terminamos de recoger todo, Bob, se dirigió a la playa con mi madre, mientras que Gerard y yo decidimos quedarnos en la piscina.

Me tumbe en una de las hamacas, y me dedique a observar como Gerard nadaba.

Me puse las gafas y me quede totalmente dormido, tenia sueño acumulado, por lo que me quede dormido.

Cuando me desperté, estaba en mi cama, y Gerard a mi lado despierto mirándome fijamente.

- Chiquitín, has estado dormido toda la tarde

-Lo siento, tenia sueño – Le respondí

-Te comprendo Frank, no te disculpes, tenias los ojos muy hinchados

Nos pasamos toda la noche abrazados y mirándonos a los ojos, sin apenas pestañear.

Cuando me quede dormido, y paso un tiempo, note como Gerard, me besaba suavemente los labios y decidí no abrir los ojos para que continuara. Me encantaba que me diese besos suaves en los labios, luego empezó a acariciarme por la mejilla y a decir mi nombre susurrándomelo en la oreja.

Abrí los ojos, y le mire

-Dime… Gerard – Le respondí en un pequeño susurro

-Que te levantes que hay que recoger todo y prepararnos para ir al cine

- ¿Que hora es? – Pregunte apurado

-Son ya más de las 17:00

-No me jodas

Me levante, y me vestí. Gerard ya estaba preparado. Bajamos por las escaleras y en el salón estaba mi madre, junto a Bob

-Nos vamos al cine ¿Alguien se viene?

-No, nos quedamos aquí, luego iremos a la playa – Respondió mi madre

-Hasta luego

-Adiós, pasáoslo bien – Grito Bob

Verdaderamente, agradecí que no se viniesen con nosotros, quería estar con Gerard a solas. Cogi, mi descapotable, me senté en el asiento del conductor y Gerard en el del copiloto y me dirigí hasta un cine, que estaba bastante alejado de mi casa.

Entramos y nos pusimos en la cola

-Gerard, ¿Qué película quieres ver?

- Me da igual, pero que sea de terror

- Vale – Dije mientras adelantaba unos pasos mas de la fila

Estuvimos un buen rato en la fila esperando, hasta que me tocó a mí

-Buenas tardes, dos entradas para “la matanza de Texas”

-¿Centradas?

-¿Hay por las ultimas filas? – Pregunte

-Justo en la última hay dos asientos – Me respondí con una agradable sonrisa

-¡Que suerte! Pues esas dos

Le pague y me entrego las dos entradas

- Que les guste la película

-Muchas gracias

Nos dirigimos hasta la sala donde era la película y nos dirigimos hasta nuestro sitio. Y esperamos sin dirigirnos la palabra hasta que empezó

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