miércoles, 10 de agosto de 2011

(Cap 20) En busca del regalo perfecto

(Narra Frank)

A la mañana siguiente, me levante bastante ilusionado. La noche anterior fue lo mejor que había hecho nunca. Por eso amaba a Gerard cada día que pasaba le amaba mas y mas.

Esa semana, se me paso demasiado deprisa, entre ensayos, componer canciones nuevas…

Cuando me quise dar cuenta, tan solo quedaba un día, para celebrar un mes con Gerard.

Por lo que despues de comer, deje a Bob, Ray y a Gerard en casa. Y cogi a Mikey y nos fuimos a la ciudad, para que me ayudase a comprarle algún regalo.

Fuimos a un gran centro comercial que estaba bastante alejado del centro. Entramos en alguna que otra tienda de ropa. Pero ni a Mikey, ni a mi nos gustaba nada para Gerard. Por lo que decidimos buscar otra cosa que no fuese ropa.

Entramos en alguna que otra tiendas de perfumes, pero tampoco nos convenció nada.

Mas adelante se encontraba, la tienda infantil, pero tampoco.

Hasta que llegamos a una librería.

-¿Entramos? – Le pregunte

-Como quieras, así recordare viejos tiempos – Respondió con una sonrisa

-¿Y eso?

-Cuando Gerard, y yo íbamos a la universidad, yo trabajaba aquí y Gerard, de vez en cuando me venia a ayudar para sacarnos dinero.

-¡Que guay! – Exclame

Entramos hasta donde se encontraba un chico alto, de pelo negro y bastante guapo.

Mikey, se acerco hacia él.

-¡Jordaaaaaan! – Grito Mikey

-¡Mikeeeeeeey! Cuanto tiempo – Exclamo

-Pensé que despues de dejar de trabajar yo aquí, te habías ido tú también

-Pues ya ves que no. ¿No me vas a presentar a tu amigo? – Pregunto descaradamente

-Claro. Frank, este es Jordán. Jordán este es Frank – Dijo mientras nos dábamos dos besos

-¿Qué es de tu vida? ¿Qué tal tu hermano?- Le pregunto a Mikey

-Todo bien, Frank, es el novio de mi hermano – Exclamo señalándome

-Ammmmm… Bueno, y… ¿Qué queríais?

-Pues, que mañana es mi aniversario con Gerard, y me gustaría comprarle algo… y por mirar algo – Le explique

-Frank, hay exactamente un libro, que Gerard se va a alegrar un montón, que a él y a mi nos encantaba y siempre nos lo leíamos – Aclaro Mikey

-Pues ese, ese – Exclame contento

Mikey, se dirigió a por el libro, mientras yo me quede hablando con Jordán.

-Bueno… ¿Hace cuanto os conocéis? – Le pregunte para romper el hielo

-¿Mikey y yo? Desde la universidad, él y yo, al ser de la misma edad íbamos juntos. En nuestro grupo, ya que la universidad era solo de chicos, íbamos Ray, un amigo nuestro

-Si, conozco a Ray, es muy majo – Le interrumpí

- y también, Mikey, Gerard y yo

-Y ¿Ya no quedáis ni nada?

-Desde que dejo de trabajar aquí, no nos hemos vuelto a ver hasta hoy.

De repente apareció Mikey con un libro en la mano, que ni me dio tiempo a leer su titulo, se metió dentro de la caja, me pidió el dinero y lo envolvió.

-Este es tu cambio, y este es tu libro – Me dijo, dándomelo

-Gracias. Emmmmmm… Jordán

-Dime, Frank

- Me has caído muy bien, y me gustaría invitarte a la fiesta que le voy a hacer a Gerard ¿Quieres venir?

-Por supuesto… Pero… Frank, ¿Te importa que lleve a mi novia?

-No, claro que no. Mañana os vengo a buscar aquí alrededor de la 13:00 y os quedáis en casa a comer - Exclame dándole dos besos

-Vale… Adiós Frank. Adiós Mikey – Nos dijo desde dentro de la tienda

-Hasta mañana

Nos dirigimos hasta el parking, y estuvimos durante bastante tiempo buscando el coche. Cuando por fin lo encontramos, nos dirigimos hasta la casa. Nos pasamos todo el camino hablando, la verdad es que Mikey, me caía muy bien. Aunque cada vez que le miraba a la cara, me recordaba a aquella noche.

Al llegar, me metí el libro bajo la camiseta, para que Gerard no lo pudiese ver.

Pero antes de entrar, cogi a Mikey por la camiseta y le pare unos segundos.

-Mikey, ¿Cómo se llama el libro? – Le pregunte intrigado

- Tres relatos de un amor quimico

-Tiene que estar muy bien – Le respondí

-¿Sabes que? Me gusta Chemical Romance, son dos palabras bonitas

-A mi también

-Y… ¿Por qué no llamamos a nuestro grupo My Chemical Romance?

-Por mi genial, es muy bonito

-Lo hablaremos mañana en la fiesta con todos – Exclamo Mikey

-Ok

Nos decidimos por fin a subir por las escaleras y entrar dentro de la casa.

-Hola chicos, ¿Dónde estabais? – Pregunto Gerard, desde el sofá

-Fuimos… fuimos…

-A dar un paseo – Respondió Mikey detrás de mí

Subí corriendo a mi habitación, abrí una de las fundas de una guitarra y metí allí el libro.

Ya era bástate tarde, y decidí, quedarme ya en la habitación para poder descansar.

Me tumbe en la cama y no tarde en dormirme.

A la mañana siguiente, me desperté, y no había nadie a mi lado. Me sorprendió bastante que Gerard, no estuviese junto a mí. Por lo que me levante. Y pude ver que junto a mis zapatillas había una flecha de papel recortada en el suelo, andé unos cuantos pasos mas y había otra, y otra. Decidí seguirlas, para ver hasta donde me llevarían.

De repente, se cortaron delante de la habitación donde ensayábamos.

Abrí la puerta, y lo único que me encontré aparte de los instrumentos, fue una especie de sillón antiguo, en el que había un cojín sobre el, una silla enfrente, y un cuaderno.

De repente, escuche como la puerta se abría poco a poco.

-Buenas días, Señor Iero – Dijo Gerard bastante serio

-Hola, señor Way – Le dije para seguirle el rollo

-Me gustaría, que se quitase la prenda que le cubre sus partes íntimas y se tumbase sobre ese sillón.

Y eso hice, me quite mis boxees, y me tumbe en el sillón, como había dicho Gerard.

Él, se dirigió hasta la silla que había enfrente de mí. Sacó un pequeño estuche que llevaba en una bolsa, y en el que tenía distinto lápices, de distintos grosores.

Antes de sentarse, dentro de aquella bolsa, saco también una pequeña cajita cuadrada que me entregó

-Espero que le guste – Exclamo

Lo abrí, y era un colgante, con una pequeña piedra en azul, que por detrás ponía nuestras iniciales y el día que empezamos a salir juntos.

Él, se puso por detrás de mí y me lo coloco, rodeando mi cuello.

Cuando ya me lo había colocado, se dirigió a sentarse sobre la silla. Levantó el cuaderno y el estuche de lápices y se sentó.

- Por favor, señoriíto, solo le pido que no se mueva

-No me moveré, tranquilo – Exclame

Abrió el estuche y sacó un lápiz, pero cada dos por tres sacaba diferentes. Tardó bastante en hacerlo. Yo, ya estaba bastante cansado, de estar siempre en la misma postura.

-¿Le queda mucho? – Pregunte

-No, señor Iero, no se mueva y tampoco hable - Exclamo

Cuando parecía que había terminado, se levanto y me lo entrego

-¿Le gusta? – Pregunto

-Claro que me gusta es perfecto ¿Yo soy así de perfecto?– Le respondí mientras le daba un beso

-Claro que eres así de perfecto, le faltan detalles, pero he intentado tardar lo menos posible

-Está estupendo, lo colgare en la pared de nuestra habitación

-señoriíto Frank, le dije que le haría un dibujo a lo titanic y eso he hecho

-Es verdad, Gracias

-Feliz aniversario pequeñín

-Feliz aniversario Gerard – Le respondí mientras nos dábamos un tierno beso



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